miércoles, 8 de abril de 2015

Reeducar

Hace unos días, cogí el tren desde Alcalá de Henares hasta Atocha y por la parada de Torrejón de Ardoz se subió un hombre con un aspecto un poco extraño para lo que estoy acostumbrado, poco aseado, con la piel bastante morena, con el pelo largo por los hombros y con un físico bastante descuidado. Este comenzó a hablar solo, a gritar y a cantar en el tren. Sus palabras contenían rabia, alegría, desconcierto, humildad e incluso pensamientos que, lo creyese o no, tenían una gran sabiduría.

Mientras este hombre la "liaba" en el tren se me vinieron varias preguntas que creo que se haría cualquier persona que lo estuviese viendo ¿qué lo ha llevado hasta ahí? o ¿quién? ¿por qué ese camino y no otro? ¿a nadie le importa? ¿y su familia? Etc. Pero se me vino una pregunta a la cabeza de repente mientras lo miraba y escuchaba mi música. ¿Sería capaz de educarlo? Y después de esta pregunta, me surgió la duda. ¿Alguien a reeducado a una persona así? ¿cómo lo hizo? ¿yo lo haría igual? ¿cómo lo haría? Y se me iban ocurriendo diferentes formas a la vez que me preguntaba lo mismo una y otra vez. Pero es curioso, fue bajarme del tren, y me olvidé de ese hombre, pero no de la idea de reeducar.

¿Es posible reeducar?

2 comentarios:

  1. Interesante tu reflexión. Yo siempre me fijo también en ese tipo de personas y reflexiono acerca de ellas. De hecho, a veces me parece que están más vivas que cualquiera de nosotros porque no están "institucionalizadas", es decir, no están moldeadas a ninguna norma, cosa que la escuela quizá haga en exceso.
    A veces pienso qué pasaría si me pusiera a cantar en voz alta mientras camino (cosa que me encantaría hacer) o qué reacción tendría una persona "agria" (de estas que parecen que siempre están cabreadas con el mundo) al darle un abrazo espontáneo. Sin embargo no lo hacemos porque estamos "institucionalizados". La escuela y, en general, la sociedad nos han enseñado a que eso no es lo "correcto". Quzá porque más bien hemos llevado una educación bajo un paradigma más bien conductual, es decir, considerando que sólo existe una unica verdad o realidad de las cosas.
    El concepto de reeducar iría más ligado a un paradigma constructivo en el que hay tantas realidades como personas (y momentos). Esto es, cada persona crea su propia realidad a través de sus experiencias (feed-forward). Ello implica que se estén dando constantes procesos de asimilación y acomodación en nosotros, lo cual no deja de ser una reeducación constante.
    Así pues, claro que es posible reeducar. Lo hacemos a diario aunque no nos demos cuenta.
    Ese señor también estará en constante cambio. Tu, como cualquiera, sería capaz de reeducarlo si tenemos en cuenta que el aprendizaje es en cierto sentido también mediado (paradigma sociocultural). Ahora bien ¿cómo le educarías? ¿En qué sentido? ¿Qué significa educar a una persona de estas características? ¿Acaso caerías en "el beso de la muerte"?

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tu aportación. Pienso que cada persona es un mundo diferente, pero también ¿por qué reeducarlo? Es una pregunta que me he realizado desde que escribí este post. A lo mejor esa persona no necesita otra cosa sino lo que tiene. Es algo malo porque nuestra sociedad lo ha clasificado así, pero ¿y si el verdaderamente es feliz así?

    PD: te animo a cantar cuando te apetezca y a abrazar a alguien que creas que lo necesite cuando lo veas conveniente. Somos humanos y hasta con una simple mirada se puede cambiar la vida de alguien. Canta, salta, sonríe,... Se quien tu quieras ser en el momento que quieras.

    ResponderEliminar